¿Cuáles son los desafíos internos que te mantienen soltero?

Claramente, algunas personas son solteras porque eligen serlo. Simplemente no están interesados en tener una relación seria en este momento de su vida. Otros son solteros debido a las circunstancias de sus vidas. Es posible que acaban de salir de una relación significativa o han tenido citas muy desafortunadas y simplemente no han encontrado a alguien con quien sean verdaderamente compatibles. El objetivo de este artículo no es clasificar a todas las mujeres u hombres solteros ni poner a nadie en una caja. Sin embargo, existen personas, en particular las mayores de 30 años, que buscan respuestas a la enigmática pregunta "¿Por qué sigo soltero?

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Cuando se trata de citas y relaciones, es difícil no sentir que eres una víctima. Después de todo, la gente puede ser cruel; puedes salir lastimado, y no, no siempre es tu culpa. Y la realidad es que tenemos más poder sobre nuestro destino romántico de lo que a menudo pensamos. En gran medida, creamos el mundo en el que vivimos, aunque raramente somos conscientes de este proceso. De hecho, podemos elegir entre ver nuestro destino como víctimas o elegir un objetivo, dirigirnos a la meta y tomar el control de nuestras vidas. Obtenemos beneficio enfocándonos en aquello que podemos controlar y no en lo que no podemos. Nos damos cuenta de la multitud de manera de influir en las reacciones que obtenemos de los demás, incluso de las negativas. En consecuencia, la persona soltera que busca amor se pregunta: ¿Cuáles son los desafíos internos que debo afrontar?

1) Miedo a la intimidad

Nuestros temores en torno a nuestra intimidad pueden manifestarse como preocupaciones sobre alguien a quien "le gustamos demasiado", una razón comprensiblemente irracional para no salir con una persona. O podemos castigar a la otra persona siendo críticos o incluso participando en un comportamiento desagradable, especialmente asegurándonos de no obtener las respuestas cariñosas que decimos que queremos. La realidad es que la mayoría de la gente sólo puede tolerar cierta cercanía. Nos defendemos de dejar entrar a alguien más. En efecto, en un nivel más profundo, no necesariamente queremos el amor que decimos que queremos. Y esta forma de actuar la han estudiado muchos psicólogos americanos.

2) Elaboración de normas

Con el paso de los años, a menudo elaboramos nuestras propias reglas con respecto a las citas. En efecto, una cosa es lo que nos proponemos y otra cosa es lo que realmente funciona en la vida real. Cuando actuamos según reglas basadas en nuestro pasado, podemos crear un ciclo perpetuo de relaciones dañinas. Conozco el caso de una mujer que empezó a salir con alguien con el que tenía mucha química. Pero cuando dejó de funcionar dejó de buscar su pareja ideal. En esta historia se ve que aunque esta persona tomó decisiones "razonables", el resultado no fue satisfactorio. Es importante no hacer reglas fijas o aceptar las reglas de otras personas cuando se trata de citas. aunque esta persona tomó decisiones "razonables", el resultado no fue satisfactorio. Es importante no hacer reglas fijas o aceptar las reglas de otras personas cuando se trata de citas.

Mantenerse accesible es una de las cosas más importantes que podemos hacer cuando buscamos una pareja cariñosa. Sí, podemos resultar heridos, pero cuando dejamos de correr riesgos, reducimos nuestras posibilidades de conocer a alguien con quien realmente podríamos tener un futuro. Las reglas de una relación tienden a ser similares a las de un juego. Estas pueden hacernos actuar de forma poco sincera y autentica y a no expresar lo que verdaderamente sentimos. Por otro lado, permanecer abiertos y honestos nos llevará a encontrar una relación mucho más auténtica y trascendente.

3) Baja autoestima

Toda la gente con la que he hablado ha expresado el mismo sentimiento. Creen que quieren una relación bastante satisfactoria, pero también creen con más firmeza aún que nadie que valga la pena estaría interesado en ellos. Todos poseemos "nuestras propias voces internas críticas" que nos dicen que somos demasiado gordos, demasiado feos, demasiado viejos o demasiado diferentes. Cuando escuchamos estas "voces", reaccionamos mediante comportamientos que alejan a la gente. Si seguimos solteros, no es por las razones que nos decimos a nosotros mismos. Nuestra falta de confianza nos hace encerrarnos en nosotros mismos, dificultando nuestro triunfo en el reino de las citas. Muchas personas incluso tienen problemas para salir de casa cuando están realmente deprimidos, por no hablar de intentar encontrar posibles parejas. Estas personas cuando se sienten atraídos por alguien, es posible que no persigan sus mayores atractivos por falta de autoestima.

4) Atracciones poco recomendables

Cuando actuamos a la defensiva, tendemos a involucramos en relaciones poco adecuadas. Podemos tener una relación poco satisfactoria si escogemos a una persona que no está emocionalmente preparada. Debido a que este proceso es en gran medida inconsciente, a menudo culpamos a nuestra pareja por el resultado negativo de la relación. Tendemos a sentirnos desolados o heridos por los rechazos repetidos sin reconocer que en realidad estamos buscando este patrón.

¿Por qué hacemos esto? Las razones son complejas y a menudo se basan en nuestros propios miedos internos. Muchas personas tienen una motivación inconsciente para buscar relaciones que refuercen los pensamientos críticos sobre el establecer relaciones que han tenido hacia sí mismas durante mucho tiempo y repiten aspectos negativos de su infancia. Estos pueden ser desagradables, pero romper con los viejos patrones puede causarnos mucha ansiedad y malestar, y hacernos sentir extrañamente raros y solos en un ambiente demasiado afectuoso.

Nuestros temores de desprendernos de la imagen que desarrollamos de nosotros mismos desde el principio y empezar a vernos bajo una luz más positiva nos hacen sentir paradójicamente incómodos y pueden desencadenar pensamientos que se atacan a sí mismos como: "¿Quién te crees que eres? No eres tan bueno". Estos miedos pueden hacer que nos aferremos a relaciones sin potencial o que nos sintamos atraídos por personas que no están realmente preparadas, porque refuerzan la imagen negativa que tenemos de nosotros mismos, que se siente más cómoda y familiar, aunque triste.

5) Nuestras propias defensas

La mayoría de las personas han sido lastimadas en las relaciones interpersonales. Con el tiempo y las experiencias dolorosas, todos corremos el riesgo de acumular diferentes grados de amargura y nos defendemos (el vínculo es externo). Este proceso comienza mucho antes de que empecemos a salir en citas, en nuestra infancia cuando interacciones dañinas nos llevan a levantar paredes o a percibir el mundo a través de un filtro que puede impactarnos negativamente como adultos. Estas adaptaciones pueden hacer que nos volvamos cada vez más autoprotectores y cerrados. En nuestras relaciones adultas, es posible que nos resistamos a ser demasiado abiertos y vulnerables o que descartemos a la gente con demasiada facilidad.

Si, por ejemplo, fuiste educado por padres o cuidadores que fueron negligentes o fríos, puedes crecer sintiéndote desconfiado del cariño de otros. Es posible que desconfíes de las personas que muestran "demasiado" interés en ti y, en su lugar, busques relaciones que recreen dinámicas de tu pasado. Entonces puedes elegir una pareja distante o fría. No siempre es fácil ver cuando estamos a la defensiva. Como resultado, tendemos a culpar de nuestra soltería a las fuerzas externas y no reconocemos que no somos tan abiertos como pensamos.

6) Aislamiento y rutina

Con la edad, las personas tienden a retirarse cada vez más en sus zonas de confort. Las mujeres modernas son cada vez más exitosas, perfectas y autosuficientes, lo que constituye una evolución extremadamente positiva. Sin embargo, a medida que tanto hombres como mujeres se acomodan, también les resulta más fácil formar una burbuja de la que es difícil salir. Puede ser más difícil correr riesgos o exponerse a ellos mismos. Después de un largo día de trabajo, muchos de nosotros tenemos más ganas de ponernos el pijama y meternos en la cama que de salir al mundo incierto y angustioso de conocer gente.

El descanso y bienestar que sentimos al quedarnos en casa o al estar seguros, a menudo proviene de nuestra inconveniente voz interior. Este discurso interior ofrece palabras auto tranquilizadoras: "Quédate en casa esta noche y relájate. Estás bien por tu cuenta. Toma un vaso de vino. Mira ese programa que te gusta". El problema con esta voz es que más tarde se vuelve contra ti con pensamientos como: "Qué perdedor eres, de nuevo solo en casa". Estarás solo el resto de tu vida. ¡No te estás volviendo más joven! Nadie se sentirá atraído por ti." Muchas de las actividades que utilizamos para "consolarnos" nos hacen sentir mal al final, ya que nos hacen evitar perseguir lo que realmente queremos en la vida. Es importante resistirse a caer en una zona de comodidad y desafiar repetidamente la influencia de nuestra voz interior crítica. Debemos tomar medidas y hacer un esfuerzo para salir al mundo, sonreír, establecer contacto visual y hacer saber a nuestros amigos que estamos buscando a alguien. Deberíamos practicar nuevas y divertidas actividades e incluso intentar salir con distinta gente como forma de conocer nuevas y agradables facetas de nosotros mismos y lo que nos hace felices.

7) Crítico y juez

Nuestras propias defensas a menudo nos hacen sentir más quisquillosos y más críticos de lo razonable. Esto es particularmente cierto después de haber tenido malas experiencias, en las que fuimos engañados o rechazados por una persona a la que amábamos sin reservas. Muchas mujeres empiezan a tener pensamientos como: "No hay hombres decentes" o "Todos los buenos tienen pareja". Los hombres pueden tener pensamientos como: "No puedes confiar en una mujer" o "Las mujeres se aprovechan de ti". Podemos tener expectativas poco realistas de una pareja o identificar debilidades o defectos desde el momento en que conocemos a alguien. Cuando vemos el mundo con ojos críticos o desconfiados, tendemos a descartar a una serie de socios potenciales antes incluso de darles una oportunidad. Pensamos en salir con ciertas personas como "salvavidas" sin ver cómo esa persona podría hacernos felices a largo plazo.

Una amiga mía no quería mantener una relación con un hombre que durante un año intentó mantener una relación con ella. Aunque ella lo veía como agradable, divertido e inteligente, se convenció a sí misma de que él estaba "demasiado enamorado de ella". Pensaba que él se veía muy necesitado de amor y estaba seguro de que terminaría siendo lastimado por ella. A menudo decía que no se sentía atraída por él. Los hombres que la atraían tendían a ser poco fiables y emocionalmente distantes. Como sus amigos insistieron finalmente accedió a tener una cita con el hombre que estaba detrás de ella. Lo que encontró, para su sorpresa, fue el inicio de una bonita relación, una pareja con la que compartía muchos temas interesantes y, en última instancia, un cariñoso y entrañable amor.

Lo que nos muestra esta historia y otras tantas similares es que cuando pensamos que nos estamos "conformando" con alguien, es posible que no nos estemos conformando en absoluto. De hecho, es posible que nos encontremos en una relación mucho más gratificante que las que hasta ahora hemos experimentado. Irónicamente, al principio tendemos a no confiar en las personas que realmente nos quieren, pero cuando les damos una oportunidad, nos damos cuenta de que hemos elegido a alguien que nos valora por lo que realmente somos, alguien que realmente nos puede hacer felices.

8) Miedo a la competencia

La falta de autoestima a menudo lleva a tener miedo a competir con otros. Es fácil menospreciarnos a nosotros mismos en relación con los demás, especialmente cuando se trata de citas. Cuando conocemos a alguien que nos gusta, es demasiado fácil pensar: "Podría hacerlo mejor". Cuando vemos que alguien más está interesado en la persona que nos gusta, podemos dar marcha atrás rápidamente. Podemos sentirnos reacios a competir, especialmente a medida que envejecemos, y empezamos a tener auto-ataques como "Tu tiempo ha pasado, eres demasiado viejo para esto". Nuestros miedos a competir con otros pueden llevarnos a evitar salir a la calle.

Podemos tener miedo a parecer tontos o de no ser elegidos. Incluso podemos tener miedo de ganar la competición, pensando que "heriremos los sentimientos de la otra persona" o que nuestro éxito resultará una agresión para el perdedor. La verdad es que las citas son una competición para obtener una cita. Da miedo arriesgarse e ir por lo que queremos y competir, pero cuando lo hacemos, la mayoría de las veces nos damos cuenta de que vale la pena enfrentarnos a nuestros miedos. Terminamos apreciándonos más, y aumentamos nuestras posibilidades de crear una relación con la pareja que realmente deseamos.

Buscar el amor no es una búsqueda fácil, aunque podemos ayudarnos utilizando las mejores frases de amor cortas más bonitas. Es importante luchar contra nuestras propias reglas que nos impiden obtener lo que deseamos. No podemos protegernos del mundo ni evitar que nos hagan daño. Todos tenemos defectos, y estas vulnerabilidades son especialmente evidentes cuando nos acercamos unos a otros. Por lo tanto, lograr proteger tu intimidad y la de tus relaciones es difícil, duro pero valiente. Es una batalla del día a día que vale la pena luchar.